Epigenética no es igual a lamarckismo

 

En muchas ocasiones se ha utilizado el lamarckismo para tratar de explicar el concepto de epigenética.

El lamarckismo fue una teoría elaborada por el naturalista Jean-Baptiste Lamark que pretendía explicar la evolución de las especies sin necesidad de recurrir a uno o varios dioses.

La idea principal de esta teoría era la siguiente: como el entorno en el que se encuentran las especies cambia continuamente, para conseguir adaptarse a las nuevas condiciones de su hábitat estas sufrían ciertas modificaciones (generalmente en el patrón corporal) que aparecían a raíz del “uso y desuso” y que eran heredadas por su descendencia.  

Así, esta teoría justificaba la evolución de las especies afirmando que los animales transmitían a su descendencia los caracteres adquiridos.

Cuando se descubrió que los rasgos genéticos podían ser modificados por el ambiente y transmitidos a la descendencia, bastantes personas afirmaron que Lamarck no estaba tan equivocado creando así cierta controversia. Sin embargo, es importante señalar que Lamarck NO hablaba de cambios en la expresión génica, sino de cambios drásticos en función de los hábitos y que, además podrían producirse en su mayoría por propia voluntad de los animales.

Así, teniendo claro lo que defiende el lamarckismo y lo que es la epigenética (https://www.blogger.com/blog/post/edit/2818370597939527500/5921418799346448612) se puede concluir que la epigenética no confirma dicha teoría ni se acerca a ella aunque la heredabilidad de los caracteres regulados epigenéticamente sea dudosa aún.

Hay muchas personas que no están de acuerdo con la teoría de la evolución, por lo que hay que tener especial cuidado a la hora de transmitir correctamente el mensaje sobre las disciplinas y nuevos descubrimientos para no alimentar estas ideas.

Un ejemplo son los defensores de las teorías creacionistas, que piensan que la evolución no existe y que todos los organismos de nuestro planeta se crearon como son actualmente. Los recientes avances de la epigenética han provocado, por una mala divulgación, que logren una “prueba” que demostraría sus afirmaciones.

Se han publicado trabajos destacando la importancia de los factores epigenéticos a la hora de definir el fenotipo de las distintas especies de pinzones que Darwin ponía como ejemplo para explicar la selección natural. Esto ha dado pie a que los defensores del creacionismo afirmen que el potencial epigenético para cambiar el fenotipo según el ambiente basta para cambiar los patrones corporales presentes en los inicios de los organismos. Con otras palabras, la biodiversidad de la Tierra se habría logrado gracias a cambios epigenéticos inducidos a las especies existentes según su modo de vida y los cambios ambientales de la Tierra.

Es importante destacar que la capacidad epigenética de modificar la expresión génica está codificada en el genoma, y las proteínas que la llevan a cabo son dependientes de la selección natural. Por tanto, por mucho que el ambiente participe en la expresión génica, el fenotipo está alterado por ambos factores, no solo por este último.

Por último, aunque hay estudios que indican que los cambios en el marcaje de las páginas del genoma podrían sobrevivir a muchas generaciones, no se sabe si esto realmente es así, dado que los seres humanos no vivimos el tiempo suficiente para poder comprobarlo. Una forma de que esto sea comprobado en un futuro sería ir pasando los estudios de una generación de investigadores a otra, para algún día obtener una respuesta probada y objetiva.


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